PRIMER PREMIO: Alejandra Espinosa 
Departamento Roque Sáenz Peña





PRIMERA MENCIÓN:Oscar Gubiani
Departamento Minas



SEGUNDA MENCIÓN: Alejandro Bovo Theiler
Departamento Pocho



TERCERA MENCIÓN: Eduardo "Boyo" Quintana
Departamento Sobremonte
Breves Comentarios de los artistas premiados
 
ALEJANDRA ESPINOSA:

Elegí la imagen del tren por ser el motivo por el cual se instalaron y crecieron estos pueblos de inmigrantes. Primero fueron prósperas zonas ganaderas, pero con el tiempo y los cambios de política agropecuaria la agricultura fue ganando terreno. Por eso tal vez las vaquitas, sin nada ya que hacer, "se van volando a otra parte".
OSCAR GUBIANI:

La soledad de la lejana y olvidada tierra…Sus montañas vacías, sin plata, sin cobre, casi ya sin mica que se llevaron las apetencias de la conquista colonizadora y la industria de la guerra… y su gente… sus privaciones… y nuestro olvido… y el burrito siempre allí, transportándolo  todo … Burrito Cordobés, querido y necesario… bello.

ALEJANDRO BOVO THEILER
Lo propuesto en mi intervención pictórica  en la escultura del “burrito”, en mi caso para  representar al departamento Pocho , es resultado de un proceso donde concurren búsquedas , exploraciones y reflexiones presentes en mi obra y en prácticas comunitarias de las que participo. A ello se sumó lo propuesto por Integrados con puntos en  común a lo antes dicho y con una metodología y objetivos a desarrollar  de mucha complejidad. Ya que hace eje en la presencia del cuerpo, el territorio, lo simbólico, lo público, lo patrimonial, lo histórico, los lenguajes , etc. Ví en  esta convocatoria una oportunidad de carácter “antropológico” y transversal muy intensa.
 Por ello, el  principal objetivo que me propuse con el viaje a Salsacate  fue el de confrontar, anque contrarrestar, los propios imaginarios con lo que pudiera constatar allí de forma directa. para ver y vivenciar parte de lo que se nombra Aclaro esto ya que ese territorio y varios elementos del su ecosistema de paisaje-cultura son de mi interés poético desde mucho tiempo atrás.
 Así, fruto de los intercambios que  generé con las personas y el “lugar”, en su sentido amplio, se habilitaron puentes entre el espacio receptor y mis propias “cargas”. La experiencia fue muy positiva y gratificante. Diferentes perspectivas  se abrieron  a través de las conversaciones con  integrantes de la comunidad, voces que me dieron a conocer sus vivencias personales y en ellas otras coordenadas de la historia y de las  problemáticas  del departamento Pocho. Pude constatar  que la gente de esa zona  de la Provincia de Córdoba siente un profundo y tierno amor por su tierra , con un fuerte  sentimiento de pertenencia y de gran valoración por la convivencia tranquila y solidaria entre vecinos. Los pochanos sienten orgullo también por “Los Tuneles” , considerados como una de las siete maravillas de Córdoba. Obra realizada a mediados del siglo xx y marcó un hito en su desarrollo.
Una de las percepciones y lecturas mas poderosas es la de un territorio con un enorme potencial material y simbólico, atravesado por heridas y deudas sociales , no siempre visibilizadas. Su presente es fruto de  un proceso histórico que incluye miles de años con las poblaciones originarias ,la conquista Española con  la explotación y dominación del pueblo Comechingón, la presencia Jesuita con sus contradicciones y un rol muy rico y complejo  en el desarrollo de la provincia  hasta la actualidad.Existe una  fuerte presencia de la religión católica en la centralidad institucional y también son evidentes los  razgos de un sincretismo religioso en  la abundante presencia de la iconografía cristiana en vinculación formal con la piedra como referente ineludible de “lo de ahí”. Me resultaron conmovedoras las  vírgenes y cristos dominando las rocas  y también rodeados por ellas,  puestas en escena mestizas en los espacios públicos y semipúblicos. Que incluyen el poderoso entorno natural. Además de otras apropiaciones  y usos de elementos del  propio ecosistema que evidencian  una conexión profunda a “otras raíces” .Esa tensión simbólica expresa un espacio con identidades en pugna, entendiendo que estas en su pluralidad  coexisten y se retroalimentan. Pero sin embargo las memorias de la cosmovisión preamericana se encuentran bastante invisivilisadas, atadas a la idea de lo derrumbado o lo vencido, como una ancestralidad  adormecida o negada.
Por ello en mi intervención en la escultura del “burrito”  intenté transferir a través de un imaginario personal las complejidades referidas.
 Pinté una  mitología fundante de un orden que compense lo simbólico y habilite lo diverso con sus respectivas memorias  y potencias. Veo  en mi trabajo  , la expresión de una  paradoja entre  la fiesta y el duelo , el dolor del proceso histórico con sus  aprendizaje y la celebración de lo propio.
Ese imaginario está expresado desde el cuerpo del animal ,  no solo como carga sino también como revelación del adentro hacia el afuera, de lo profundo a la superficie.
No boceté el total de  la propuesta sino que jugué  con imágenes previas  (dibujos y acuarelas ) para convocar  parentescos y conexiones con la reciente experiencia Pochana.
Puedo , sin ánimo de imponer lecturas, identificar algunos significados, como por ejemplo:

El centauro mitad verde vital y clorofílico, mitad trama y edificación.
Las figuras religiosas mutantes entre iconos barrocos y pinturas rupestres a modo desplazamientos simbólicos y unificando la idea del “ave-tierra”
Una “presencia oso” con un bebé en brazos aludiendo a los  cuentos  de otro hemisferio, quizás nada inofensivos.
 Un grupo de carácter  antropomorfo devenido en vegetales y vibraciones  musicales que se extienden hacia el otro lado del animal.
Cuerpos fragmentarios que evocan tanto  la ofrenda (exvotos) como el expolio, hablan  la carencia como la oportunidad.
El animal (hembra?) invertido, como una fuerza subterranea ( el río? el mineral? los muertos? ….) que sostiene una dinámica de seres agrupados ( tribu, familia, amigos, vecinos) que se elevan y entrelazan.
Debajo del grupo una cabeza “dice” Salsacate , espejado en su lengua poderosa habla del “pueblo del cacique Sal”, tal como se traduce del idioma anterior de la conquista.

Además de otros elementos que suman a estos trabajé el burrito con sectores de color definidos : Rojo atrás y abajo refiriendo la fuerza y la energía vital.
Azul en la cabeza y parte anterior como marcando una introspección y actitud de compenetración  interior. Colores terrosos, que varían de fríos a cálidos, en  las patas delanteras en  alusión  al suelo, plano de sustentación.

Las imágenes  se entrelazan a través de la línea superior del burrito continuando la línea de las crines , de un costado al otro,  empoderando el lomo del animal  como zona de mediación, busqué   con ello reforzar la tridimensionalidad del “texto pictórico”.
Ah! Contar por último que este burrito se llama Pochanito.


EDUARDO "BOYO" QUINTANA 

A partir de hoy, ocupará un lugar importante en mi vida. Apartir de hoy, me impregnaré de su historia, personajes, paisajes, colores, artesanías, sabores, y que se yo cuántas cosas más. Culturas nativas, caminos reales, próceres de nuestra historia y revolucionarios. Compraré un bloc de dibujo y un cuaderno, comenzaré a bocetar y realizar anotaciones. Cecilia y los chicos se entusiasmaron, ya hemos planeado un viajecito, Tulumba, San Francisco del Chañar, Cerro Colorado, abiertos también a conocer otros  lugares y personajes que no figuran en los libros. Aplicaré en mi proceso de trabajo aquella frase de Fito Pàez que dice:
... lo importante no es llegar, lo que importa es el camino....


 

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